Nuestro año.
Empezamos 2020 con esa energía con la que empezamos cada año. Una mezcla de vértigo, ganas, actitud e incertidumbre.
En enero no teníamos claro cómo transcurriría el año pero algo intuíamos. Ya se hablaba de Wuhan, del murciélago y de una virus extraño que empezaba a fastidiar en silencio.
No nos dejamos llevar por esa incertidumbre y nos pusimos a trabajar con el ánimo que nos caracteriza y siempre poniendo foco a lo que nos importa de verdad: nuestros clientes.
Llega marzo y esa incertidumbre se hace certeza y llega el confinamiento. Aún recordamos como en DKV nos adelantamos al proceso y nos preparamos a conciencia. No nos pilló de improviso ya que días antes ya habíamos planeado un posible teletrabajo.
Sentimos algo de caos, inestabilidad, miedo. Pero duró poco. Enseguida DKV puso la maquinaria en marcha y supo qué hacer con su equipo y sus clientes. El primer paso fue paralizar la venta proactiva, eso ahora no tocaba. Nos pusimos al frente y del lado de nuestros clientes para ver qué necesitaban en ese momento. Facilitamos información, líneas de atención médica telefónica e incluso pusimos a disposición de todo el mundo una App (Quiero Cuidarme +) de forma gratuita. Con ella cada persona, fuera cliente o no, podía realizar una video llamada de consulta médica sin salir de casa.
Con el paso de los días el virus tomaba protagonismo y la cosa se ennegrecía en los hospitales. Saturación, retrasos en citas médicas y el ánimo decaía. Lo notamos cuando hablábamos con nuestros clientes. Los ERTES y despidos sucedían cada día.
Nos mantuvimos firmes y con una actitud de hierro para ayudar a que este desánimo no se extendiera y seguimos haciendo lo que mejor sabemos hacer: ayudar, guiar, asesorar.
Y hoy, podemos decir orgullosos que dejamos atrás un 2020 de mucho trabajo y de mucho aprendizaje. Comenzamos este 2021 con las mismas ganas con las que empezamos el año anterior pero con todo lo aprendido tras esta crisis sanitaria.
Feliz nuevo año. Feliz vida.