Ya fue Maslow hace siete décadas quién determinó una serie de necesidades que todo humano debíamos tener cubiertas y las organizó por orden de relevancia dándole así un segundo lugar a la salud. Detrás de necesidades como respirar o comer una de las necesidades primarias es estar sanos, si, estar sanos. Parece una locura que tuviera que determinarlo un psicólogo humanista y que esto no cayera por su propio peso.
Desde nuestro rincón en el blog, lanzamos una pregunta: ¿qué seríamos capaces de hacer si no tenemos salud? La respuesta es sencilla: nada.
Sin una mente y un cuerpo sano, el resto de nuestras expectativas vitales no tienen sentido. Ni caminar o hablar podríamos sin salud, algo tan simple como eso.
Vivimos desde hace más de una década un crecimiento importante en los seguros médicos privados y con ello se va desechando la idea de que un seguro médico privado es un bien de lujo. Al contrario, en DKV llevamos años dedicados a la adaptación por completa de nuestros seguros a las personas que lo consumen y con ello hemos ayudado a visibilizar el seguro médico privado como una necesidad básica. Ya no es algo impagable y elitista (aunque en realidad nunca lo fue) si no que cada día en más familias se “disfruta” la posibilidad de ir al médico que quieras, en la ciudad que quieras y en la hora y fecha que quieras. Sí, porque si algo tiene el seguro médico privado es que eres tú quién elige cuándo y dónde ir.
Este 2020 nos encontramos en una situación especialmente particular. Esta situación de Covid-19 es lo que ha ayudado en esta visibilización de la que hablamos. Cada día somos más conscientes de que no podemos depender de un sistema que nos quite tiempo o que nos limite. Lamentablemente hablamos de un colapso absoluto en el sistema sanitario público que nos impide tener un acceso ágil y rápido.
Desde Dkv abogamos por una salud rápida y de calidad, sobre todo de calidad. El hecho de que podamos elegir a qué médico ir y en qué parte de mi ciudad es una ventaja cada día más al alcance de todos. A parte, por supuesto de poder ir sin necesidad de esperar seis, ocho o diez meses para ello.
A nosotros nos gusta decir que ayudamos a nuestros clientes a ganar vida, si, a ganar vida. ¿Y qué es la salud si no vida? ¿Acaso podríamos desligar la una de la otra? No, indudablemente no. Un sistema de salud ágil y sin listas de espera te dará tiempo y el tiempo que no malgastas es vida, pura vida. Con lo cual podemos decir abiertamente que sí, que ayudamos a tener más vida a nuestros clientes.