En el siglo XVII a.C el código de Hammurabi promovía la creación de una asociación que reponía la nave y el asno si un mercader los perdía por tempestad.
En la antigua Grecia aparece el contrato de “préstamo a la gruesa”, por el que el prestamista debe perdonar el préstamo dado al comerciante para financiar un viaje marítimo si el barco se perdía.
Ya en Roma se crearon las sociedades de enterramiento (“collegia tenuirorum”), antecedentes de los seguros de vida y enfermedad.
En la Edad Media europea existen asociaciones de ayuda mutua de carácter GREMIAL que implicaban un compromiso de ayuda mutua en caso de incendio o naufragio.
Durante los siglos XII a XIV se produjo un potente desarrollo del transporte marítimo y es entonces cuando se empiezan a asegurar sus productos contra incendio y robo cuando participaban en ferias locales. En el siglo XVII a.C el código de Hammurabi promovía la creación de una asociación que reponía la nave y el asno si un mercader los perdía por tempestad.
En la antigua Grecia aparece el contrato de “préstamo a la gruesa”, por el que el prestamista debe perdonar el préstamo dado al comerciante para financiar un viaje marítimo si el barco se perdía.
Ya en Roma se crearon las sociedades de enterramiento (“collegia tenuirorum”), antecedentes de los seguros de vida y enfermedad.
En la Edad Media europea existen asociaciones de ayuda mutua de carácter GREMIAL que implicaban un compromiso de ayuda mutua en caso de incendio o naufragio.
Durante los siglos XII a XIV se produjo un potente desarrollo del transporte marítimo y es entonces cuando se empiezan a asegurar sus productos contra incendio y robo cuando participaban en ferias locales.
En 1230 el Papa Gregorio IX prohibió el préstamo con “usura”, lo que conllevó a la desaparición de los préstamos a la gruesa y desarrolló de los seguros como los conocemos hoy en día.
A partir del siglo XVII Inglaterra se erige como nación dominante y pasa a desarrollar los seguros de forma general. Es en el incendio de Londres en 1666 cuando la sociedad comienza a tomar conciencia de los beneficios de tener un seguro.
Se conoce que la primera póliza de vida que se emitió en Inglaterra data de 1583.
Y es en el siglo XVIII cuando el “método Tintino” formaliza el seguro de vida reuniendo un grupo de personas de edad y circunstancias similares, en el que cada miembro del grupo aportaba un capital y percibía una renta vitalicia con los capitales de los miembros del grupo que iban falleciendo.